"La energía sexual es la más esencial de las energías humanas. Cuando ésta se reprime, los cien canales enferman. Si la energía sexual no se desarrolla, la propagación no es posible. De ahí que la longevidad dependa de la energía sexual. Para poder preservar la energía sexual, es necesario desarrollarla. Con este propósito, los maestros del camino (Tao), han descubierto ejercicios como extender las manos hacia abajo, masajear los brazos y frotar el estómago, para seguir el Ying y el Yang. Primero exhala la energía viciada, después reúne energía nueva para los genitales, inspirándola y conduciéndola hacia los órganos sexuales, para de ese modo alimentar el órgano generativo y sustentarlo como si fuera un bebé. Cuándo el bebé se levante vigorosa y repetidamente, ten cuidado de evitar el coito impulsivo, así podrás desarrollar un cuerpo excelente. Si los órganos están sanos, ¿cómo puede aparecer la enfermedad?"
TAO, enseñanzas ancestrales sobre salud humana.